Zombicide
Zombicide: Raoul
«Otra vez los gritos, los disparos y las explosiones…el ruido ensordecedor taladrando sus oidos mientras corria agachado entre las ruinas de un edificio. Solo que esta vez no estaba en las callejuelas de un pueblo de nombre impronunciable en Afganistan si no en el interior de lo que hace pocas semanas era un populoso centro comercial del extrarradio de su ciudad.
El zumbido de los proyectiles no estaba ahora mezclado con la llamada a la oracion del muecin local, lanzada a los cuatro vientos desde los altavoces de alguna mezquita, si no con el aullido sordo de las decenas de muertos vivientes hambrientos de cerebros que los habian sorprendido mientras buscaban provisiones…»
Zombicide: Joshua
«Cuaderno de Bitacora, fecha Estelar 16.10.2015: Llevo varias semanas en este refugio y ya ha llegado el momento de volver a salir al exterior. He revisado el almacén, parece que tenemos agua para varias días mas y comida suficiente para semanas pero se me ha terminado la pintura negra de imprimación y el color carne básico de Vallejo. Ademas el otro día me pareció ver en el escaparate de una tienda una copia de la ultima expansión de Trolls vs Ogres que publicaron antes del apocalipsis zombie y siempre es un buen día para aumentar la colección de juegos.»
Zombicide: Watts
«…Jugador Universitario del Año en 2010, record de home runs en la ACC, varios campeonatos con el equipo del instituto… y dos dias antes del Draft de la MLB a los zombies les da por destruir el mundo… ¿Que mierda es esto?…¿Donde esta mi parte del sueño americano?.
Bueno, no hay que desesperar, al menos me queda el consuelo de que mi habilidad para golpear bolas curvas lanzadas a altas velocidades es muy, muuuuuuuuuuuy util para golpear cabezas de zombies a velocidad normal. Así que, adelante Watts, la cabeza alta, los ojos atentos, gira el cuerpo en el momento justo y … ¡¡BINGO!!… otro Home Run para el equipo de los supervivientes.
Por cierto…¿Donde esta la jefa de las Cheerleaders?.»
Zombicide: Thiago
» ¿Como dice caballero?…¿Que le entregue mi arma y mis pertenencias?. ¡¡Que osado por su parte!!… esta pistola me la regalo mi tio abuelo Henry Templetton McMurphy en su lecho de muerte en Saint tropez… jamas pondra sus sucias zarpas sobre ella, bellaco. Y ahora, prepárese a ser apaleado como se merece… puede que el mundo se haya ido a la puñetera mierda, pero nunca hay que perder las formas.»
Zombicide: Furia Oriental
Aun siendo cierto que el peligro es igual para todos, para alguna persona la llegada del apocalipsis ha supuesto una liberación, la posibilidad de dejar atrás una vida de mierda, soltarse el pelo, ponerse un mono de latex rojo, coger el lanzallamas del fondo del armario y salir a recorrer las calles mientras la humanidad se destruye a si misma.
Y eso es, en pocas palabras el resumen de la nueva vida de Kyoko… una mujer que vivía una vida gris, junto a un marido gris y con un futuro gris. Ahora el futuro de Kyoko es rojo…rojo sangre, eso si, pero rojo.
Olor a zombie
ardiendo en el napalm
en la mañana.
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